Poema #36 CONFIGURACIONES



Ajustes de la mirada.
Llaves inglesas o quizás no tan imperiales;
quizás criollas, quizás del mundo;
quizás de la tierra o quizás del inframundo
nos instan a configurar, a reinstalar, a reparar.

Una llave inglesa de alto calibre,
de grueso metal; ajusta las tuercas.
Se sonríe la tuerca ante tal ajuste.
Se sonríen los metálicos ante tales ajustes.
Para que?
Para que apretar?
Para que presionar?
La llave inglesa o quizás francesa
pone su mirada en los vozarrones de los metálicos;
mas ellos continúan su parloteo incesante.
Ella les escucha y observa el carruaje.
Para que seguirlos presionando?
Se pregunta.
Para que seguirlos apretando?
Reflexiona.
Total ellos son metales,
metales bien resistentes,
metales comprometidos con el viaje.
Les dejare en paz.

Tanto apretar, tanto apretar.
Para que?
Tanto exigir, tanto exigirme.
Por que me exiges tanto llave?
Es que acaso no te conformas?
Hemos hecho el trabajo
y estamos atentos ante cualquier anomalía
así que no dudes que en casos extremos
algún día te llamaremos.
Vete llave y déjanos vivir,
vivir flojos, vivir relajados;
estando así jamas nos cansamos
del trabajo de la tuerca,
del trabajo del engranaje,
te otorgamos el boleto de vuelta,
ahí esta el pasaje;
y confía en estos jóvenes
pero añejados engranajes.
Por ti, llave, ya lucen viejos.
Por ti, casi no viven.
Quien a ellos con presión, siempre, eficiencia les exige?
Tú solo tú.
No es necesario exigirles ya.
Me comprendes?
Sigue tu camino y déjalos fluir
ha llegado su momento de relax,
de tomar control,
de vivir.
Gracias por tus exigencias,
por la presión y a veces dolor
que al fin al cabo, llave,
fueron un acto tuyo de amor.

Toma la llave el boleto,
los mira con semblante complacido;
he hecho buen trabajo con ustedes, amigos;
hoy les dejo en paz,
prosigan el camino;
que yo quedo en sus mentes
y ustedes quedan conmigo,
espero siempre recuerden
a esta anciana llave;
satisfecha de haber creado
brillantes engranajes.


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