Poema #59 Metamorfosis Azul



Ayer reía y cantaba el colibrí
y en su canto, dulces melodias:
quien soy?
El quien soy, tuyo y de ellos;
tu eres pero no eres.
Dia tras dia mariposas negras en el cielo
se encargan de empapar,
de empaparte de ideas;
de lo que eres.
Y asi transcurre el tiempo de la mariposa;
su metamorfosis siempre en la constancia;
sumida siempre a la rutina;
viviendo como oruga
cuando el cielo,
 de ella pide vuelo.
El camino yace frio, envuelto de hielo.
Oruga vuela, de ti eso espero;
clama un ruiseñor
desde un agujero.

Vida de la mariposa azul engañada;
engañada por las mariposas de las nubes;
si alguna vez osas subir a ellas;
no lo dudes;
te has de convencer y dirás;
que torpe fui cuando estuve
creyendo ser solo oruga,
paralítica, estática, nada;
ser que nunca de rango sube.
Cuan horrible sentimiento;
cuando frente a tus ojos,
ves las mariposas de las nubes;
rápidas como el viento
hacer creer a la oruga
que jamas su pequeño cuerpo
es digno de decirle: Sube.

Mariposas de las nubes ubicadas en lo alto,
en la piramide;
en la jerarquía del ecosistema;
te crees tan superior por esa pequeña diadema
que nosotras las azules te dimos;
nosotras las azules por ti nos afligimos;
por ti lloramos, por ti gemimos.
Es que estás, porque nosotras lo decidimos;
y ahora tú solo nos instas a ser oruga,
a arrastrarnos para siempre,
engañando a nuestra mente,
quitando el virtuoso anhelo que tuve
de escalar peldaño y subir a las nubes.

Orugas de este mundo,
digan un no rotundo,
a esas nocivas hordas
de crueles que habitan en las nubes,
procurando hurtar de tu mente
tus sueños de alcanzar el cielo.
Nunca olvides que eres de las azules.
Dejad lo oscuro,
vístete de luz,
no eres oruga,
eres mariposa azul. 



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