LA CORRUPCION




En la penumbra oculta de la historia,

se alza la corrupción sin freno alguno,

cual plaga envenenando cada rincón,

sembrando su veneno y triste gloria.

Con sus manos impuras y voraces, devora la justicia y la esperanza, y esparce su veneno sin tardanza, corrompiendo los cimientos más audaces.

Oh corrupción, vil monstruo de mil cabezas, te alimentas de la fe y del tesoro, la honradez y el decoro pisoteas.

Tu sombra se alarga como un manto, envenenando nuestras almas de oro, y nos sumes en un mar de quebranto.

Pero no cesaremos en la lucha, de erradicar tu maldita presencia, despertaremos en cada conciencia, la fuerza y la verdad que nos escucha.

La honestidad y el valor nos guían, en pos de un mundo libre de mentiras, donde el poder no manche nuestras vidas, y la justicia al fin se desafíe.

¡Corrupción, tu reinado ha de acabar! Aunque sea ardua y larga la batalla, el fuego de la verdad no se apagará, hasta que la justicia brille sin falla.

Tu tiempo se acaba, malvado engaño, pues la fuerza del bien es inmortal, y al final, triunfará en cada escaño, en cada corazón, en cada ideal.

Levantémonos juntos, sin demora, contra la corrupción que nos envilece, hagamos de la honestidad victoria, y en nuestras almas la justicia crece.

La corrupción no puede prevalecer, es hora de unirnos, luchar sin tregua, que nuestra voz resuene con poder, y la corrupción se desvanezca.

Que en cada paso que demos con ahínco, la integridad florezca en nuestra senda, y así, la corrupción, al fin, extinga, y triunfe la justicia en nuestro linco.

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