18 de octubre de 2017
Poema #89 Tirar la toalla. ¿Es posible?
¿Y dejar la toalla caer?
Dormir meses en la alcoba, sucumbir, perecer?
No es debido en estos tiempos;
tiempos del Netflix, tiempos de los lamentos,
del robo del Wifi, del password, del Watsapp,
de tomar el bus si rapido deseas llegar.
La realidad puede parecer a veces tétrica
pero no es compuesta, es simple
hay que pagar la energía eléctrica.
Y no por vanidad
sino porque es imposible la oscuridad.
La tecnología, como hiedra
nos arropa, nos envuelve;
si, ella esta al mando
de nuestra existencia.
Puede ser; o eso parece ser.
He dejado de ser inteligente
para que mi teléfono lo sea por mi.
Ahora soy un sujeto obediente
y pago mis facturas sin fin,
porque asi es la vida si la quiero
porque asi es la vida de huraña
pagar la factura o residir en las montañas;
es insoportable ser ermitaña.
Siempre se esta atado
porque aun en los grises acantilados
en las suaves brisas, en los verdes prados
el cornflakes siempre se extraña.
Filosofía del siglo XXI
o quien sabe mi propia filosofía.
Y es que a veces la toalla quiere caer
pero se queda suspendida y al suelo no llega,
es que no puede al suelo llegar.
Como se explica una asi existencia
una existencia al suelo todo tirando,
no es posible, estamos en la red
y atados estamos y atados andamos.
Y nuestra principal atadura ni siquiera es externa.
Alimentarse ya de por si es la inicial, la propia.
Nunca se deja todo, siempre se esta atado
y para poder ser liberado
hay que tomar la toalla en nuestras manos
tomar el control y dejar los miedos de lado
pues es esa es la vida que nos ha tocado,
no a uno... a todos.
Sin esfuerzo, sin trabajo
no hay vida, no hay libertad
observas las palomas volar
quizas vuelen por placer
o solo por buscar pan
para sus pajaritos alimentar.
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