Marrones, cimarrones
Y se posaron en las ramas
De un seco naranjo.
Desde allí me veían
Sin saber que hacer,
Solo me miraban
Y yo anhelaba
A una de ellas
Descender ver.
Una de ellas no dejaba
De posar su vista en mi
Y yo, mi vista solo en ella.
Me dijo que no le diera órdenes
Que ella bajaba cuando quería
Que ella subía cuando deseaba
Esa Cigua órdenes de nadie recibía
Las otras dos Cigua, solo se subían
Una encima de la otra
Locas por apareamiento
Por reproducir la especie
Más la que me miraba
No buscaba nada de eso
Era libre era rebelde
La cigua que no descendía.
Me quedé mirándola
Y me dijo
Yo bajaré a mi tiempo
No al tuyo,
Cuando me dijo esto
Mi ser se hizo suyo
Y el juego cambio
Y al hablarme
Yo recibí la orden
De escribir sobre ella
Sentí una sensación
Tan bella
Sentí que ella me obedeceria
Cuando llegara el tiempo
Por eso en ella más que una Cigua
Vi al tiempo
El tiempo fluyendo dentro
De una Cigua rebelde.
Me dijo
En vez de concentrarte en mi
Mira a otras como yo
A las cuales hago descender para ti
Solo te fijas en mi
Pero yo no puedo obedecerte
Más solo hago que lo que me rodea
Te obedezca
No sé si me entiendas
No fijes un camino
El planeta es tu camino
Y no lo controlas
Solo piensas que lo haces
Y yo dejo que pienses eso
Para que tú mente este segura
Pero recuerda soy el ave rebelde
Y hago lo que me plazca
Te hablo a través de esta ave
O a través de cualquier cosa
Porque al fin y al cabo
Estoy en ti, estoy en todo
Estoy en toda materia
Que a veces es triste
O que a veces se goza.
Ve y escribe sobre esta Cigua
La misma que hoy utilizo
Para hablarle a través de ti
A las aves de espiritu rebelde
Y a las aves de espíritu sumiso.
Hoy te hablo a través de ciguas
Mañana te hablaré a través de rosas
Siempre te hablo cuando en tu mente
Mi ser en ti se posa
Fluye conmigo a mi paso
Mí dulce y libre mariposa.
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