Mi alma y mis sentidos te
captan
mas, no logro entender tu presencia;
será el día, tu estatus, tu
esencia;
llevamos el peso que todo
poeta arrastra.
Quisiera definirte, mas no
puedo…….
…talvez en otra vida, en
otra situación;
nos hemos visto, mas nuestro
corazón
no ha desnudado las espinas
que tu y que yo llevo.
Quisiera conocer las
verdaderas metáforas de tu ser.
Eso es imposible en estos
momentos.
Estoy al pie de la montaña,
no soy, no siento.
Todo buen árbol da fruto en
todo tiempo.
Tus metáforas, tus espíritus
observo y pienso;
para que la raíz de ese
árbol, en mi, pueda crecer.
Hay ramas que impiden, la
raíz, conocer.
Te conoceré raíz, pero no es
el tiempo adecuado,
pues para conocerlas el
jardinero debe estar preparado
y seguro de que las ramas ya
no se van a interponer.
El
árbol no comprende la actitud del jardinero
y no acepta sus distancias;
mas el jardinero piensa con
ansias:
“Antes de conocer la raíz,
ser un experto primero”
Este magno jardinero
repleto de intensidad;
conocer la raíz, en su
estatus, no desea;
quiere conocerlas cuando
llegue la anhelada estación.
No me juzgues; ya eres
luz, eres digno de admiración.
Conocerte mi alma anhela y
espera;
pero el jardín no ha salido del anonimato y la oscuridad.
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