La
humanidad, cual vapor de agua en busca de nube;
La
humanidad, vida que vive viviendo sin vivir;
La
humanidad, entre ellos mismos se consumen.
Algunos
procurando pensar: a la acción resisten,
En
otros, es tal la acción que su pensar omite;
Y
otros, sus pensamientos, de acción revisten;
Otros,
perdieron el pensar, no actúan, sólo existen.
La
humanidad, esporas viajantes en busca del añil;
La
humanidad, dos sustancias contrapuestas;
La
humanidad, una destinada a lo eterno, la otra, a morir.
No le temo al temor de temer que llegue a mí
Lo
que siempre la humanidad ha temido,
Puede
ser que en lugar de asfixiarme, sea un respiro
Que
me conduzca por caminos sin fin.
La
humanidad, sudor que asciende por los hilos del sol;
La
humanidad, globo elástico y oxígeno atrapado;
La
humanidad, globos explotan. El oxígeno se esfumó.
El
globo no debe ser pesimista, debe cuidar su plástico
Y
mantener su oxígeno; pues sin ellos, no existiría;
Con
la edad el oxígeno aumenta y crece el elástico
Se
acerca el estallido. Que simple alegoría.
¿A
dónde irá el oxígeno? ¿Alguien esta pregunta contestaría?
La
humanidad, gacela prófuga ante estas guepardas interrogantes;
La
humanidad, alfil limitado en su diagonal;
La
humanidad, seres tendentes a la complejidad.
El tablero que se nos ha asignado
Ya
no asimila qué es mejor
Si
lo peones que solamente sueñan sueños
O
los peones que solamente sudan bajo el sol.
Los
primeros no actúan; los segundos, poco piensan.
La
diferencia entre estos es diminutamente inmensa.
La
humanidad, pensar en los pensados tiempos pasados;
La
humanidad, pasos improvisados; pero, por otros, calculados;
La
humanidad, nos sistematizamos hasta el destino.
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