Sus dulces soplos
acarician mi rostro.
Su risueña mirada; un
cielo, un sol,
Una alborada, cascada
que destila
Manantiales de
ternura, ternura que da vida, color y calor.
El duerme con sus
blancas hileras textiles.
El salta con sus
tiernas piernecitas
Y sonríe como un
botoncito que
Majestuosamente se
convierte en flor.
El es mi todo, mi
vida, el es mi todo.
Estos amaneceres de
tu vida
Apartaron de mí la
primavera.
En otra longeva
estación hoy estoy.
Su pardo rostro se
convirtió en mi corazón.
Sus caminos hoy son
mis caminos.
Su llanto es mi
debilidad
Más, su risa es mi
fortaleza.
Me condujiste ha
dimensiones no conocidas
Arrancando de mi la
esencia ermitaña
Hoy mi alma aquel
estatus extraña
Pero tú eres galardón
que me dió la vida.
Ayer me soplaba el
viento; hoy, tú.
Ayer me acompañaba la
soledad; hoy tú.
Ayer cantaba elegías;
hoy, canciones de cuna.
Hoy canto con el sol;
ayer cantaba con la luna.
Pocas veces ardientes
voces líricas
Impacientan mi calma.
Tus llantos
incongruentes
Sobresaltan hasta mi
alma.
Y es que eres lo que
yo era.
Eres mariposa
curiosa, eres exploradora abeja
Que se posa en rosas,
que disfruta en su colmena,
Siempre néctar buscas. ¿Por qué esto me altera?
.
Hoy soy de ti y tú para
mí.
Tus bracitos
apartaron de mí la bruma
Y hoy solo camino
junto a el y junto a ti
Por alegres senderos
iluminados por la luna.