28 de mayo de 2015

Poema #66 Mediocridad



Dominaste la estructura;
creaste, configuraste
patrones y figuras moldeaste;
ante el mundo te arrodillaste;
tu ser, en gran manera, entregaste;
lo honorable es que nunca un aplauso
imploraste, un trofeo pediste;
tu gran galardón, las proezas que hiciste;
tu forma virtuosa de vivir que elegiste;
y ese si eres tú, tu el de gran espíritu,
el de virtud, el humilde, el de rectitud;
el sencillo, de buen semblante;
de brillante luz;
de bellos gestos, de excelente tono;
de gran valor no comparado con oro;
ese eres tu, el genuino, el ser, el original.
Tú, cuya vida es un trazo en el tiempo,
tú, que eres para millones ejemplo,
tu que eres una especial vida,
por Dios, ubicada en cada tiempo,
ese eres tú, el original.

Allá del otro lado yace aquel,
aquel cuya lengua es venenosa,
cuyo aliento es perturbador;
cuyo caminar es zigzagueante;
cuyo andar es una ofensa al arte;
cuyo reír no convence;
es aquel que solo busca
alabanzas de la gente;
en vez de ser y solo ser
un espíritu excelente;
no eres del rebaño, no eres de la divinidad;
solo eres un ser extraño,
cuya vida es falsedad;
vives en la apariencia,
renuncias a ser;
tu emoción; analfabeta;
y tu espíritu anómalo gen;
eres aquel cuya hipocresía,
jamas perdonada por la clerecía;
no te pareces jamás al genuino;
no te parecerás jamás al divino;
es que tus caminos no son los mismos.

Aquel anda en la verdad,
aquel anda en humildad,
aquel anda en la fe,
aquel anda en virtud,
aquel vive con sinceridad,
y esas cosas olvidas tu,
las olvidas tu,
que niegas en tu ser la verdad,
que finges ser y no eres;
que solo eres, eres y eres
representante,
voz cantante,
de eso desprestigiado,
temido, y repudiado
llamado mediocridad.

Poema #65 Eternidad


La anhelada no la anhelo;
pastar en los pastos de la tierra
para siempre, aburrida quimera;
celebrar las fechas, las fiestas,
para siempre, aburrida quimera.
Para siempre, para siempre;
acaso no es egoísmo de la mente?
Demasiado pretender de la gente?
Quiere el ruiseñor
solo cantar por un momento;
acariciar con su canto el viento;
revolotear en un espacio, en un tiempo;
y luego descanso, pausas,
suspiros lentos.
Sabe el ave de donde es,
sabe ella de donde vino,
sabe ella a donde irá;
y tu por qué no lo sabes?
Olvidaste la raíz de hoy tu rama?
Hoy palabras al cielo exclamas;
invocando lo que sabes;
a el le buscas, a el le sigues;
tu eternidad con el es lo que persigues;
por que dudas?
Gran dolor el de aquel,
el señor de la eternidad,
con tus palabras imploras,
de el piedad;
mas el, consternado;
de ver en ti
extensa superficialidad;
si, le buscas, es bueno;
si es bueno, le sigues,
mas recuerda el es el principio;
es el final, de el vienes y a el iras
y esa es tu eternidad;
tu eternidad el jamás impide,
pues de el formas parte;
y el es eterno, no lo olvides.

Poema #64 El gran señor sin nombre


En un principio ahí estabas;
estabas y aun estás.
Algunos cuentan de ti cosas,
yo cuento de ti que aquí estas;
desde el principio ahí estas;
hoy yaces en mi ser;
yo soy de tu ser;
pertenezco a ti;
no sé tu nombre;
no he visto jamás tu cuerpo;
pero se que estas aquí;
que estas ceñido a mi; a todos;
se que estas aquí;
alfa y omega eres.

Nuestras vidas blanco papel al nacer.
Nuestro camino, dictado por experiencias;
por tiempos, por ligeros o por torrenciales vientos;
por corto o por largos tiempos; se diferenció;
antes una hoja en blanco; hoy eres alguien;
hoja en blanco eras, creación de el, el eterno;
poseedor de su divinidad, su diadema;
es lo que eres, es lo que eras.

Recuerda, al gran señor;
al llamado Dios,
al eterno,
al innombrable,
vive en ti,
vive en mi,
jamas perece;
es innombrable,
no tiene nombre;
que grato se manifiesta
en cada hombre;
hombre lleno de virtud;
a el le engrandece,
otorga renombre;
pues hombre, manifestación de el;
seres vivos manifestación de el;
universo, creación de el;
de quien?
no sé,
de el, de el, de el;
el innombrable, el sin nombre;
aquel que solo energía vital;
solo luz
y arquitecto
del punto azul
del universo;
del infinito
universo.