En el espejo de tu rostro me veo,
observo las líneas dejadas por el tiempo
en tu semblante, en tu caminar lento
en tus ideas tan agradables, como en verano, el viento.
Te comparo con los de la primavera
ésos cuyas hojas firmes poseen y pelean con la brisa,
Incrédulos de que el tiempo marcha deprisa
Mas tú, crédulo, tu final del tiempo esperas.
Grato día el que naciste,
el tiempo corrió, el camino se llenó de bruma,
y poco a poco te desvaneciste.
Añejos recuerdos de las travesuras
De las primaveras, de la fortaleza que tuviste
Aquella que sucumbió aquel día en que se eclipsó tu luna.Carmen Alcántara