Pintura: Paisajes bucólicos
Pintor dominicano: Porfirio Ferrer
Se apresura, corre, canta;
se escucha el canto del gallo
en la estancia.
El sol baña de luz la pradera;
se tiñe de calidez, la madera.
Pasos embadurnados de lodo,
de sudor, de sed, de hambre;
pan de cada día
buscan esas botas.
Las sucias agujetas en el pasto flotan.
Y de los tenues labios
palabras al cielo invocan.
Pan de cada día, pan de cada día.
Reflejas ilusiones
recorren los corazones,
ilusas ilusiones
de posibles soluciones.
Llega el día,
la solución ha escapado,
y solo yace el problema agigantado,
por tres o más multiplicado.
Pan de cada día, pan de cada día.
Y solo es él;
el que, en niñez,
era el rey.
Hoy en adultez,
es esclavo;
el que era digno,
hoy, humillado;
el que pensaba,
que el mundo estaba;
para vida, no muerte,
se desespera, ve que su suerte
es un calvario recurrente;
el calvario que habia evitado.
Pan de cada día, pan de cada día.
Suerte lejana,
angustia eterna;
camino elegido,
por cortos plazos;
al paso del tiempo
apretados lazos.
Lazos no tuyos, no mios.
Lazos de la desigualdad,
de la vida.
Pan de cada día, pan de cada día.
Mira ese ser el sol,
y se desmaya ante el mismo;
su dolor es tan profundo
como un abismo,
pero al menos obtiene
del sol, consuelo y calor.
Sol, que vida me has dado;
miradme, estoy desbaratado
y aun no encuentro la solución.
Y solo para esto son mis días...
Pan de cada día, pan de cada día.
El sol, la luna;
compañeros
en luz y bruma,
los acompaña
con dulzura,
y les alienta
en su amargura,
expresando
con ternura:
no desesperes jornalero
palabras tengo para ti;
que es importante caballero
tener por ideas, primero
antes de pan, oler el jazmín.
No te angusties, no desmayes,
tu semblante nunca empañes.
Eres rey, eres dueño
de tu vida, de tus sueños
y aunque en presente
tus botas en lodo,
deben ser para ti
adorno de oro.
Dolor sientes,
no desesperes vida mía,
pues tus botas
prosperidad ansían
y el cielo para ti
la anhela vida mía.
Sigue caminando
en el buen trayecto
en la buena vía.
Sueños se cumplen
algún día.
No desesperes.
El ser siente
que no le mienten
y a pesar de todo
se apresura, corre,
en caminos canta
todos los dias,
todos los dias,
en busca,
en busca,
en busca.
Pan de cada día,
pan de cada día.
11 de marzo de 2015
Poema #60 El rostro
Poema inspirado en la obra pictórica del pintor dominicano Ramón Suarez. Pintura titulada: Mujer 1
Alli va Margarita con el afán de sus días.
Alli va Rosario a comprar golosinas.
Alli va aquella, a trabajar en su nido.
Alli va aquella, reflexionando en el camino.
Muchas gracias editor,
por la edición.
Editaste la vida, de un grupo,
de un montón.
Sumiste mi carne,
la modificaste, la transformaste;
aun no habiendo nacido,
el destino trazaste;
con tres letras o quizás con menos;
lo que dijiste, no creo, no creo.
Leyendas antiguas;
modifican tu vida, mi vida;
y plasman en ti y en mí un dudoso camino;
y plasman en ellas;
un rostro, uno indefinido;
uno moldeado por el tiempo;
o quizás moldeado por un sujeto;
por ese, por el que dijo;
un dijo lamentable,
doloroso y execrable;
igualdad entre estos;
no es equiparable;
lastimoso tu rostro,
indefinido tu rostro,
tu rostro dotado por el tiempo;
quizás, el mismo, tu rostro, algun día;
algún día, te reconozca.
Algún día conoceremos tu rostro:
quien sabe como es tu rostro,
puede ser que simplemente
tengas el rostro de ese sujeto,
si, el mismo rostro;
solo que maquillado, dibujado,
puede ser que la única diferencia
sea el carmesí de tus labios,
las protuberancia de tus colinas;
puede ser que lo único que te diferencia
de ese rostro, del de el;
es lo que aportas a la vida;
sujeto, es que acaso no te detienes y piensas
que solo en ella yace el destino
de los humanos dias?
Es en ella, en ella, que nació la vida;
y en ella yace alojado el futuro;
a su caminar le has puesto muro;
y hoy perdio su rostro;
eso no dudo;
gracias a tus senderos
y caminos oscuros.
Tú, sujeto, la sujetaste.
Tú, sujeto, de colores, la embadurnaste;
es a ella a la cual desde el principio,
de su condición de ser y poder
despojaste.
La despojaste.
De su rostro la despojaste.
Tú, sujeto, te creiste diferente;
te llenaste de arrogancia,
fuiste prepotente,
no lo creas, no eres diferente,
esa idea solo habita
en tu mente;
ella y el, seres iguales;
indudablemente.
Grato trabajo el de los sujetos,
despojar a esos seres de su genuino rostro,
llenarla de vestido suave y de colores.
Le restó la potencia de su ser, horrendo ultraje;
la ubicó en sus placeres y sus amores;
y continúa ciñendola de maquillaje;
todo esto para un propósito,
atarle cadenas a su pensamiento,
colocarla en superficial monumento,
para ser, él, el supremo en el tiempo
y para indefinirle la esencia, su ser, su rostro;
gran travesía en el tiempo, grandes retos,
sinuosos caminos
han transitado los nobles seres del azul
que poseen el sexo femenino.
Alli va Margarita con el afán de sus días.
Alli va Rosario a comprar golosinas.
Alli va aquella, a trabajar en su nido.
Alli va aquella, reflexionando en el camino.
Muchas gracias editor,
por la edición.
Editaste la vida, de un grupo,
de un montón.
Sumiste mi carne,
la modificaste, la transformaste;
aun no habiendo nacido,
el destino trazaste;
con tres letras o quizás con menos;
lo que dijiste, no creo, no creo.
Leyendas antiguas;
modifican tu vida, mi vida;
y plasman en ti y en mí un dudoso camino;
y plasman en ellas;
un rostro, uno indefinido;
uno moldeado por el tiempo;
o quizás moldeado por un sujeto;
por ese, por el que dijo;
un dijo lamentable,
doloroso y execrable;
igualdad entre estos;
no es equiparable;
lastimoso tu rostro,
indefinido tu rostro,
tu rostro dotado por el tiempo;
quizás, el mismo, tu rostro, algun día;
algún día, te reconozca.
Algún día conoceremos tu rostro:
quien sabe como es tu rostro,
puede ser que simplemente
tengas el rostro de ese sujeto,
si, el mismo rostro;
solo que maquillado, dibujado,
puede ser que la única diferencia
sea el carmesí de tus labios,
las protuberancia de tus colinas;
puede ser que lo único que te diferencia
de ese rostro, del de el;
es lo que aportas a la vida;
sujeto, es que acaso no te detienes y piensas
que solo en ella yace el destino
de los humanos dias?
Es en ella, en ella, que nació la vida;
y en ella yace alojado el futuro;
a su caminar le has puesto muro;
y hoy perdio su rostro;
eso no dudo;
gracias a tus senderos
y caminos oscuros.
Tú, sujeto, la sujetaste.
Tú, sujeto, de colores, la embadurnaste;
es a ella a la cual desde el principio,
de su condición de ser y poder
despojaste.
La despojaste.
De su rostro la despojaste.
Tú, sujeto, te creiste diferente;
te llenaste de arrogancia,
fuiste prepotente,
no lo creas, no eres diferente,
esa idea solo habita
en tu mente;
ella y el, seres iguales;
indudablemente.
Grato trabajo el de los sujetos,
despojar a esos seres de su genuino rostro,
llenarla de vestido suave y de colores.
Le restó la potencia de su ser, horrendo ultraje;
la ubicó en sus placeres y sus amores;
y continúa ciñendola de maquillaje;
todo esto para un propósito,
atarle cadenas a su pensamiento,
colocarla en superficial monumento,
para ser, él, el supremo en el tiempo
y para indefinirle la esencia, su ser, su rostro;
gran travesía en el tiempo, grandes retos,
sinuosos caminos
han transitado los nobles seres del azul
que poseen el sexo femenino.
Poema #59 Metamorfosis Azul
Ayer reía y cantaba el colibrí
y en su canto, dulces melodias:
quien soy?
El quien soy, tuyo y de ellos;
tu eres pero no eres.
Dia tras dia mariposas negras en el cielo
se encargan de empapar,
de empaparte de ideas;
de lo que eres.
Y asi transcurre el tiempo de la mariposa;
su metamorfosis siempre en la constancia;
sumida siempre a la rutina;
viviendo como oruga
cuando el cielo,
de ella pide vuelo.
El camino yace frio, envuelto de hielo.
Oruga vuela, de ti eso espero;
clama un ruiseñor
desde un agujero.
Vida de la mariposa azul engañada;
engañada por las mariposas de las nubes;
si alguna vez osas subir a ellas;
no lo dudes;
te has de convencer y dirás;
que torpe fui cuando estuve
creyendo ser solo oruga,
paralítica, estática, nada;
ser que nunca de rango sube.
Cuan horrible sentimiento;
cuando frente a tus ojos,
ves las mariposas de las nubes;
rápidas como el viento
hacer creer a la oruga
que jamas su pequeño cuerpo
es digno de decirle: Sube.
Mariposas de las nubes ubicadas en lo alto,
en la piramide;
en la jerarquía del ecosistema;
te crees tan superior por esa pequeña diadema
que nosotras las azules te dimos;
nosotras las azules por ti nos afligimos;
por ti lloramos, por ti gemimos.
Es que estás, porque nosotras lo decidimos;
y ahora tú solo nos instas a ser oruga,
a arrastrarnos para siempre,
engañando a nuestra mente,
quitando el virtuoso anhelo que tuve
de escalar peldaño y subir a las nubes.
Orugas de este mundo,
digan un no rotundo,
a esas nocivas hordas
de crueles que habitan en las nubes,
procurando hurtar de tu mente
tus sueños de alcanzar el cielo.
Nunca olvides que eres de las azules.
Dejad lo oscuro,
vístete de luz,
no eres oruga,
eres mariposa azul.
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