Ella la de las granadas en las manos
la que dueña de la oscuridad
y también por ella la luz.
Esa sacerdotisa indetenible
la que viaja en dirigible
dirigiendo todo
y nosotros, pulgas.
Si pulgas nuestros intestinos
y nos haces llorar de ardiente dolor
eres tu la sacerdotisa
emoción inconsciente
la que vive en los sueños
y se concretiza en la realidad
que miedo das
que miedo das
eres mente
eres conciencia
tu la verde
la de la inercia
nos tienes paciencia
y nos conduces también
a la demencia
me dejare llevare por tus alas
puede ser que este seguro
mejor he de ser mago
para planear mi futuro
si mi futuro del cual eres
tu dueña
por que mis planes
en desbaratarlos te empeñas
sacerdotisa que escucha
a diario querellas
eres la mente en todo su fluir
un teclado que no deja de escribir
eres una dicha
eres una bicha
eres la desdicha
por que en esto ultimo
a eso tiendes
en eso te encaprichas
eres la mujer que viste de Prada
la que deja la casa de los pobres
empapada
de llantos.
No hablare mal de ti
contigo nacemos aquí
y contigo hemos de morir
tu siempre seguirás viviendo
de ti hoy muchos escribiendo
eres la vida a la cual debemos entregarnos
eres la mente inconsciente
que siempre detrás de nosotros
esta jugando
un papel grandilocuente
yo te amo sacerdota
y me entrego a ti
ojala que tus olas no me rompas
la febril piel de mi sentir
ojala que no seas fuerte conmigo
ojala que solo me des abrigo
en estos tiempos de frio.
Te amo como la compota
y las frutas de primavera
mi alma a ti se entrega
y al hacerlo, mi cuerpo
del estrés se libera.
Eres la luna, la noche
en la cual emito reproches
en la cual grito, clamo
y doy boches
a mi no me lances bolas
las cuales hagan
que me ponche
en este estadio de aureolas.
La sacerdotisa es la reina
que junto al mago
al mismo su pelo
le despeina
por ella creer
que el mismo
es vago
en comparación con ella.
Deja el estrés
y déjate llevar por la brisa
ese es el consejo
que te envía
la sacerdotisa.